Sábado, 29 de enero de 2022. 10:00 horas. Madrid. Auditorio Nacional. SOLD OUT. Comienzan a oirse gorgoritos y risas contenidas. Ojos despiertos y brillantes en caras somnolientas después de la noche de nervios en el hotel. El Coro Infantil de la Sociedad Coral de Bilbao, con 55 integrantes -los confinamientos han dejado más bajas de las deseadas- recorre los pasillos hacia la sala sinfónica. Allí les espera el imponente órgano dominado por Alberto Sáez Puente con los papeles invertidos, de acompañante a ser acompañado. Escoltado por el coro, nuestro solista es protagonista del ciclo Bach Vermut. Conciertos de órgano con música de Bach como hilo conductor con posterior aperitivo -por ahora suspendidos- a ritmo de jazz. No vamos a ocultar la expectación, esperábamos este momento desde hace más de un año; dos contando con los aplazamientos COVID. A las 12.30, acomodados en la butaca, nos dejamos llevar por las primeras notas de la Passacaglia y Fuga a órgano solo. Todo un despliegue técnico del maestro de Leipzig. A continuación la escena se tiñe de azul cielo, color del uniforme, iluminado con mascarillas blancas para interpretar tres obras de Fauré: Maria Mater Gratiae, Ave Verum y Tantum ergo. De nuevo, órgano solo, Jose Luis Ormazabal y los niños se sientan para escuchar el impresionante O Gott du frommer Gott de Brahms. Regresa el coro para darnos un respiro con Saint-Saëns, Ave María y Sub tuum praesidium, antes de atacar el Tríptico del Buen Pastor de Guridi. La nostalgia por el hogar nos regala un Madrigal del mismo autor a capella para finalizar -coro y órgano- con Herr Christ der ein’ge Gottessohn de -como no podía ser de otra manera- .Y de propina, Sarasola, comida y paseo por El Retiro antes de emprender el viaje de regreso. Todo ha pasado demasiado rápido, ¿repetimos?