La Sociedad Coral de Bilbao (re)suena en el día de los músicos
Las restricciones anti COVID-19 no impiden que la música siga sonando en Santa Cecilia
La Sociedad Coral de Bilbao nombra Socio de Honor, su máximo reconocimiento, al Teatro Arriaga, reforzando una relación estable que perdure en el tiempo y permita fortalecer el desarrollo cultural del territorio
La centenaria institución reconoce la labor en pro de la música coral con los Premios Maitena, este año concedidos a Jose Rafael Pascual Vilaplana y Jesús María Sagarna, y las Medallas de Plata y Oro a los coralistas que llevan diez y veinticinco años cantando en sus coros
Bilbao, domingo 22 de noviembre de 2020. Santa Cecilia es una fecha marcada en el calendario musical y este año especialmente dadas las dificultades en las que se encuentra el sector. Las circunstancias no acompañan para celebrar la festividad en multitud pero sí permiten reconocer la labor de quienes hacen posible que la música no pare.
La Sociedad Coral de Bilbao, la casa de la música, (re)suena los 365 días del año gracias a una larga cadena de voluntades comprometidas con el proyecto SCB. Como es tradición en esta fecha, la centenaria institución quiere destacar la actividad desinteresada de sus coralistas más veteranos con el Medallero de Plata y Oro, otorgar los Premios Maitena a personalidades que trabajan para que la música coral no decaiga y nombrar Socio de Honor a un aliado institucional que fomente conjuntamente la cultura en el territorio.
Este 2020, marcado por la incertidumbre y la cancelación de espectáculos, el Teatro Arriaga no solo ha cumplido 130 años de emociones en vivo, también ha reprogramado su temporada con propuestas de casa entre las que destacan las actuaciones de las diferentes agrupaciones de la Sociedad Coral sobre las recortadas tablas del teatro. Por esta clara apuesta por el talento local y el desarrollo cultural del territorio, la Sociedad Coral de Bilbao entrega la lira esculpida por Néstor Basterretxea para los socios honoríficos. Otro miembro de tan honorable mención es el pianista Joaquín Achúcarro, quien estrenó la temporada post-confinamiento del teatro y ha hecho público el nombramiento a través de un vídeo que ha difundido la Sociedad Coral en sus canales de comunicación en el que insta a seguir luchando y viviendo la música con esperanza y ánimo.
En este mismo vídeo, Mikeldi Atxalandabaso, embajador Maitena, felicita a los premiados Jose Rafael Pascual Vilaplana, director de la Banda Municipal de Bilbao que incontables veces ha hecho vibrar las cuerdas de la Sociedad Coral, y Jesús María Sagarna, editor que está rescatando las joyas de los manuscritos del proyecto de recuperación SCB – Euskalopera. Asimismo, como excoralista, subraya la inestimable proeza de los miembros de los diferentes coros, combinando la actividad académica y profesional con el canto amateur de alto nivel.
Son muchas las horas, días y actuaciones dedicadas al canto y, que tras diez años, ven simbolizadas en una insignia de plata los coralistas Elisa Villota, Iñigo Berganza, Jose Luis Gallego, Jose Manuel Hernández y Juan Bilbao. La Medalla de Oro se entrega como recompensa a la entrega altruista, y tras veinticinco temporadas sin parar de cantar, hoy la ostentan Argi Abásolo y Urko Sangroniz, también miembros de la Junta Directiva. Una familia intergeneracional que también cuenta con veteranos como el matrimonio formado por Consuelo Caller y Emilio Monleón y que los posiciona en el top del medallero olímpico tras pasar por tantas gradas y etapas de la Coral. Una familia elegida que no para de crecer, sonar y soñar sea cual sea el escenario.